Tratamiento natural para la otitis

Hoy queremos abordar de forma práctica el tratamiento natural de la otitis. Es un problema frecuente, sobre todo en niños, que por su intensidad y frecuencia nos ha parecido interesante dedicarle un post.

Primeramente aclarar que la otitis es la inflamación del oído y/o sus tejidos y partes. No tiene por qué conllevar infección, puede ser una simple inflamación pero debido a su ubicación puede llegar a ser muy dolorosa.

Según la Medicina Tradicional China, el oído tiene que ver con el elemento agua. Este es el elemento del invierno, es la culminación del Yin, el momento del año en que las noches son más largas que los días.

Como decíamos tiene que ver con el elemento agua pero no con el agua que corre alegremente en un riachuelo sino más bien evoca la que se observa en el hueco de los barrancos cuando uno se asoma para ver el fondo. Este barranco conlleva una sensación de vértigo, angustia y miedo.

Es la quietud, el frío, la parte más oscura e inmóvil de la naturaleza pero también de nosotros mismos. 

En cuanto a nuestro periodo vital tiene que ver con la vejez, con los tiempos que preceden a la muerte, cuando se ha acumulado una experiencia tan larga que obliga al respeto. Pero a la vez también simboliza la quietud del vientre materno, la generación de una nueva vida, así pues, el lazo está cerrado, el ciclo tiene continuidad en este elemento.

En nuestro cuerpo esta energía enraíza en el órgano riñón y en la víscera vejiga, pero también influye en las glándulas suprarrenales, el aparato genital, los huesos, la médula espinal, el cerebro, los dientes y el objeto de este post, los oídos.
Las otitis tienen que ver con un agotamiento de la energía en este elemento, es una enfermedad Yin por defecto de energía.

Una vez que ya conocemos el origen de su energía, vamos a comentar de forma sencilla cómo tratar la otitis sin entrar demasiado en materia para que no sea complicado y esté al alcance de todos.

De momento y para calmar el dolor intenso que se siente cuando se padece una otitis usaríamos moxa, o cualquier instrumento que produzca calor, para calentar puntos de acupuntura. 
Este calor debe ser perceptible pero sin llegar a quemarnos. 


Debemos aplicarlo en concreto en la zona situada delante del pabellón auricular en el oído doloroso, pegado a la cara, a un centímetro delante del trago de la oreja, donde se forma un hueco al abrir la boca. También resulta efectivo en la parte de detrás del pabellón auricular y tirando hacia la nuca sobre la protuberancia occipital. Además aplicaremos este calor sobre el dorso de la mano, en el hueco formado entre las cabezas proximales del pulgar e indice. Con un minuto de aplicación en cada una de estas zonas sería suficiente para notar un gran alivio.

Además del calor usaremos aceites esenciales puros, es decir, aceites esenciales 100% sin productos sintéticos en su composición y que estén correctamente quimiotipados. Sobre los mismos puntos que aplicamos el calor aplicaremos ahora los a.e. de Eucalipto radiata, Lavandín super y Árbol del té, aplicando una gota de cada uno con un suave masaje en la zona de alrededor de la oreja, cuatro veces al día.

También podemos aplicarnos una gota de aceite de almendras dulces dentro del oído dado su efecto calmante y anti-inflamatorio.

La auriculoterapia también es muy efectiva en casos de dolor, luego en este caso sería ideal para, de forma rápida, poder atajarlo.

Por último, y recuperando el hilo del inicio del post, hay que mostrar especial atención a nuestras emociones. Dado que el elemento agua es el elemento del oído y que su emoción es el miedo habrá que analizar cómo hemos estado los últimos días antes de la aparición de los síntomas. El estado anímico miedo prolongado en el tiempo puede llegar a producir este tipo de dolencias.

La Bioneuroemoción además añade que un problema de oído como la otitis puede manifestarse en niños en situaciones en las que "no quieren oír las discusiones de sus padres", o están cansados de oír "no". Resumiendo, en cualquier caso, puede ser debido a una necesidad de disminuir nuestra audición por "no querer oír" algo que nos es desagradable.

Tras cada síntoma físico, suele haber un problema emocional no resuelto o mal gestionado. Así pues es muy importante escucharnos y analizar nuestras emociones para poder resolverlos.

"Nos ponemos enfermos inconscientemente, tomamos consciencia y nos sanamos inconscientemente". Enric Corbera